Salmo 73:24-26...Me has guiado según tu consejo,
Y después me recibirás en gloria.
¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?
Y fuera de ti nada deseo en la tierra.
Mi carne y mi corazón desfallecen;Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.
Mas el que refrena sus labios es prudente.Proverbios 10:19
Una persona prudente se caracteriza por su cautela, la cual es resultado del alto valor que le da a su propia vida, a la de los demás, y en general a todas las cosas que vale la pena proteger.
Es así como nunca se atrevería a poner en riesgo su bienestar ó el de sus seres queridos, lo mismo que su salud, su seguridad ó su estabilidad.
Las personas prudentes se reconocen también porque saben cuándo hablar y cuándo callar, y cuando actuar ó abstenerse de actuar.
- Tratemos siempre de pensar antes de actuar.
- Seamos discretos.
- Tomemos como regla el no hablar más de la cuenta en ninguna circunstancia.
Muy pocos se toman este tiempo “a solas” para orar, y menos aún gastar más de unos minutos en oración.
Demasiado involucrados con el mundo y sus asuntos del día a día, algunos de los cuales son necesarios, pero cuánto más necesario es orar!
En segundo lugar: Una recamara o lugar privado es una necesidad. El creyente debe tener un lugar privado elegido para la oración.
En tercer lugar: Debe haber una relación personal con Dios: una relación padre-hijo es absolutamente esencial. Dios es nuestro Padre, Él está disponible como los padres están disponibles para sus hijos. Tenemos que ir a Él, orar, compartir, confraternizar, y dejar que Él nos bañe de su cuidado y protección, satisfaciendo nuestras necesidades.